Nuestra Hermandad visita las sedes de Los Panaderos, Gran Poder y Macarena

0

El sábado 19 de febrero nuestra corporación vivió un gran día de Hermandad en la ciudad de Sevilla, visitando las sedes de las Cofradías de Los Panaderos, Gran Poder y Macarena. Nuestro archivero y miembro de Junta de Gobierno, D. Álvaro Muñoz Rivas escribe la siguiente crónica que relata dicha jornada.

‘Una nutrida representación de la Hermandad del Prendimiento, encabezada por su Hermano Mayor Juan Manuel Gutiérrez Cruz, se desplazó a Sevilla para vivir una intensa jornada de fraternidad con tres Hermandades hispalenses el sábado 19 de febrero.

La mañana comenzó en Calle Orfila, donde esperaba la Hermandad conocida popularmente como los Panaderos. Además de la advocación Cristífera y la autoría de ambas imágenes, nos une uno de los acontecimientos que un cofrade jamás podrá olvidar, la participación en la Jornada Mundial de la Juventud de 2011. Su titular mariana, María Santísima de Regla Coronada, presidió una de las estaciones del Vía Crucis al igual que Nuestro Padre Jesús del Prendimiento.

Tras el turno de palabra y el intercambio de presentes por los hermanos mayores, los representantes de la Hermandad nos mostraron las instalaciones donde pudimos admirar entre otras obras la presea con la que fue coronada María Santísima de Regla en 2010.

Con la promesa de estrechar lazos entre ambas corporaciones, y deseamos que así sea, partimos hacia la Basílica de la Macarena.

Conforme nos íbamos acercando al Templo, los tejados del barrio de San Gil dejaban entrever el campanario y lo que quedaba a la vista del famoso arco a causa de las obras de mantenimiento, se percibía un cambio en el ambiente. Una vez en la Resolana se confirmó, no había dudas que esos edificios eran testigo de grandes momentos, de religiosidad popular y de sentimientos contenidos convertidos en explosión de júbilo cuando la Señora de Sevilla pisa la calle en cada “madrugá” de Viernes Santo.

Entramos en las instalaciones por el museo y cada sala por la que se pasaba era una sorpresa constante: bordados, piezas de orfebrería, joyería, hasta la caja de madera en la guardaron a la Santísima Virgen para protegerla en los convulsos momentos de la Guerra Cívil se convierte allí en obra de arte. Tras conducirnos por, escaleras, pasillos y doblar una esquina, fue imposible contener la respiración al ver la entrada del camarín de Nuestra Señora de la Esperanza. Estar a escasos centímetros de la Macarena es realmente una experiencia difícil de olvidar.

Una vez en la Basílica, tras el intercambio de recuerdos que serán testigos de esta visita, se realizó la imposición de la medalla de nuestra Hermandad a la Banca de Cornetas y Tambores de la Centuria Romana, momento que fue especialmente emotivo. Finalizado este acto, y tras una oración ante los Titulares, llegó la hora de comer. Desde la terraza de la Casa Hermandad pudimos disfrutar de una amena charla entre cofrades ante unas vistas del campanario de la Basílica increíbles. Con energías renovadas nos despedimos de los responsables que tan bien nos acogieron en su casa. La siguiente parada estaba en la Basílica de Jesús del Gran Poder.

Cuando uno llega a la Plaza de San Lorenzo descubre que allí hay un pedacito de Sevilla. Nada más cruzar el dintel ya se vislumbra a Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, te invade toda la fuerza de su imagen, de las plegarias, de las gracias… y eres consciente que estás ante un icono devocional que trasciende fronteras, que es incesante el trasiego de fieles, de devotos que se arrodillan para orar y uno empieza a entender que una imagen no necesita aditamentos, que solamente su presencia es suficiente para calmar al afligido.

Concluidas las palabras y el intercambio de presentes marchamos al museo de la Hermandad. Allí te recibe una Cruz Guía de finales del siglo XVII que siguen procesionando en la actualidad y reflexionas en lo importante que es conservar el patrimonio para futuras generaciones. Sin darse uno cuenta, el Hermano Mayor de la corporación en primera persona te va metiendo en la historia que hay detrás de cada pieza, te acerca al detalle y hace que uno no quiera que termine la visita. Sin embargo, el tiempo apremiaba y había que volver a Málaga.

Con el enorme deseo de seguir estrechando lazos con las tres corporaciones, pues a pesar de tener en ambas ciudades estilos procesionales diferentes, nos unen un sinfín de cosas y entre ellas, lo más importe, el amor por Nuestro Padre Jesús y su Santísima Madre; pusimos rumbo a Málaga.

Desde estas líneas queremos agradecer a todos los cofrades que nos acompañaron y estuvieron pendientes para que nuestra visita fuera lo más provechosa y enriquecedora posible. Tened seguro que en el barrio de Capuchinos tenéis vuestra casa y sería un honor recibiros.

D. Álvaro Muñoz Rivas

Archivero’

 

 

Comentarios están cerrados.