La imagen de Jesús del Prendimiento es obra del imaginero Antonio Castillo Lastrucci. En Marzo de 1.960, D. Eduardo Martín Macías, Hermano Mayor adjunto de la Hermandad, se personó en el taller de Castillo para encargarle una imagen de Jesús y Judas que siguieran los mismos trazos que la primitiva imagen que este mismo escultor tallara en 1.927 para la Cofradía y fuera destruida durante la quema de conventos de 1.931. La imagen fue bendecida en marzo de 1.961.
Es un Cristo de marcada frontalidad, cuyo modelo remite directamente al instaurado por Salzillo en la murciana Cofradía de Jesús en 1.763.
Es de claro contraste la sumisión que refleja el rostro inmaculado del Varón con los lobunos rasgos del discípulo traidor. La cabeza muestra una leve inclinación hacia delante y hacia la izquierda, buscando la posición de Judas Iscariote, dirige, levemente, la mirada hacia abajo mientras recibe el beso traidor. La cabellera parte de una raya central, dividiendo los cabellos en dos mitades asimétricas, estando el lado izquierdo más recogido que el derecho.
El rostro hebreo muestra una expresión resignada a la vez que acusa el sufrimiento en el leve fruncido de las cejas, la boca se halla cerrada. Los rasgados ojos, grandes y llenos de expresión ofrecen un marcado realismo, la nariz bien proporcionada, de línea recta y la barba bien cuidada, que se resuelve mediante onduladas guedejas que le proporciona a la imagen el sello característico de su autor.
El cuerpo está totalmente anatomizado pese a ser una imagen de vestir, tallado en madera de cedro por Juan Manuel García Palomo en 2.009, se cubre con un perizoma, anudado en la cintura derecha. Presenta los dedos de la mano izquierda en extensión, en tanto que el meñique y el anular de la derecha se flexionan. La pierna diestra aparece avanzada, con la rodilla pronunciada y el talón al aire, en una sutil alzada, en ademán de pose como en las esculturas del Barroco, alcanzando la imagen los 178 centímetros de altura. La imagen del Señor fue restaurada en 1.992 por Elisa Quiles y en 2.009 por Juan Manuel García Palomo.