María Reina y Madre

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Como es madre de Dios, puede decirse que las oraciones a María son casi más poderosas que las de todo el cielo.

Santo Tomás

En un rincón de la Plaza de Capuchinos se encontraba una pareja junto a su hija. No era un Domingo de Pasión cualquiera, sería la primera vez que Olimpia con algo más de dos años de edad viera a María Santísima del Gran Perdón. Ella todavía no era muy consciente de lo que estaba viviendo, pero sus infantiles ojos llenos de curiosidad no querían perderse ni un solo detalle. El repicar de campanas hizo que Olimpia se fijara en la fachada de la Parroquia de la Divina Pastora, desde su interior, un centenar de mujeres eran las encargadas de llevar la luz a las calles del barrio de Capuchinos con la presencia de Jesús del Prendimiento y María del Gran Perdón tres años después.

Cuando el trono detuvo la marcha ante ellos, el matrimonio se fundió en un abrazo inapreciable para la multitud que los rodeaba. Los ojos de Natalia, la madre de Olimpia, empezaron a humedecerse y su mano derecha, temblorosa, acariciaba el suave pañuelo que guardaba en el bolsillo de su abrigo. Nadie fue consciente de la escena, aunque rodeados de una multitud, Natalia sentía como si estuviera sola con su familia frente a Ella. Oró dando las gracias, convencida que su embarazo se debió al pañuelo que portó María Santísima del Gran Perdón unos Domingos de Ramos atrás en su cinturilla junto al vientre. Su intercesión puso fin a siete interminables años de tratamientos de fertilidad frustrados. Ella le había dado la felicidad de tener a Olimpia junto a su esposo.

Decía San Bernardo que María fue destinada por Dios para ser Reina y Madre de Misericordia, y como tal tiene que atender a los necesitados, y así es, Nuestra Señora del Gran Perdón es intercesora de las peticiones de sus devotos.

Parece que Ella guía los pasos y las decisiones tomadas por la Hermandad para que estreche lazos con instituciones asistenciales como son la Hermanas Hospitalarias y la Asociación Española Contra el Cáncer. Fue a mitad de los años noventa del siglo pasado cuando la Hermandad decidió visitar las instalaciones del centro de salud mental Sagrado Corazón de Jesús durante el traslado de los Titulares a sus tronos procesionales.

Desde entonces, año a año, se ha reforzado el vínculo con la institución, teniendo como culmen los años 2017/18, cuando por la reforma de la Parroquia de la Divina Pastora tuvimos que dejar nuestra sede para desplazarnos a la Capilla de las Madres Hospitalarias. Fue allí cuando se estrecharon lazos de verdad, viviendo el día de su labor, recibiendo la visita de enfermos y familiares, siendo testigos del consuelo que nuestros Titulares aportaban a cuantos dirigen sus rezos a Ellos.

Otro acontecimiento significativo se vivió durante el Viernes de Dolores de 2016. La Hermandad ya llevaba más de dos décadas colaborando con la Asociación Española Contra el Cáncer, sin embargo, ese día se daba un paso más; una representación de la institución, junto a un grupo de mujeres con cáncer de mama, visitaron la Casa Hermandad. En la intimidad y recogimiento del salón de tronos se las invitó a acercarse a María Santísima del Gran Perdón para pedir que no las abandonara en esos duros momentos y sentir su reconfortante mirada. Desde entonces, la unión se refuerza año a año y nuestra Sagrada Titular es depositaria cada vez de más oraciones de mujeres que están viviendo el duro trance de la enfermedad.

El último acontecimiento de este breve repaso lo tuvimos esta pasada Semana Santa con la adhesión a la campaña Lágrimas de Vida. Para la ocasión se incluyó en la candelería que iluminó el caminar de Nuestra Titular un cirio con el que se pretende potenciar la donación de órganos y servir de recuerdo a los que han entregado parte de su vida para salvar la de otros.

María nos da el perdón, como bien dice su advocación, pero también consuela en tiempos de aflicción, es en esos momentos cuando necesitamos encontrarnos ante Ella, reconfortándonos con su dulce rostro. Cualquier día es oportuno visitarla en su capilla, pero más si cabe, durante los cultos que vamos a vivir en próximas fechas, por esta razón os esperamos a todos sus devotos desde el día diez al doce de octubre en la Parroquia de la Divina Pastora.

Álvaro Muñoz Rivas

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