El año pasado la Hermandad comenzó un proyecto de mejoras y embellecimiento para el trono procesional de María Santísima del Gran Perdón, tal fue así, que para la Semana Santa de 2.018 y con el propósito de optimizar el rendimiento de los hombres de trono se estrenaron unos varales más flexibles y de menor peso; lo cual, tras su análisis pertinente podemos afirmar que consiguieron el objetivo propuesto.
Siguiendo con la reforma proyectada, muy estudiada y consensuada con Eloy Téllez Carrión (q.e.p.d.), quien fuera nuestro asesor artístico; hace unos meses empezó la segunda fase, que consiste en una profunda restauración que afecta a la mesa, al cajillo y al palio.
En primer lugar, la mesa sobre la que descansará el trono modificará sus dimensiones respecto a la que veníamos usando, se ha optado por una con 24 cm más de ancho. Esto responde a la necesidad de ampliar el espacio entre los varales centrales quedando en 23 cm. De igual manera los varales interiores también aumentan el espacio entre ellos, satisfaciendo una demanda histórica que el trono arrastraba desde que pasó de los seis a los ocho varales; favoreciendo, como decíamos al principio del artículo, el rendimiento del hombre de trono al tener mayor espacio para trabajar. Esto también redundará en beneficio para los integrantes del Arca Capuchinera quienes igualmente dispondrán de mayor espacio pudiendo dar cabida a 40 componentes.
El hecho de que la mesa amplíe de tamaño no conlleva un aumento de peso, sino todo lo contrario. El tablero que se encuentra sobre la mesa actualmente tiene un espesor de 19 mm y tras ser sustituido por un panel nuevo de composite y aluminio con un espesor de 4 mm reducirá el peso en más de 100 Kg.
Otra de las soluciones que aporta la reforma es la eliminación de la antiestética chapa que rodea el cajillo, para ello, justo encima de los varales nacerá un basamento a tipo de moldurón realizado en orfebrería de 12 x 12 cm con cartelas que mostrarán alusiones a diversos pasaje de la vida de María. Con este basamento el trono ganará una altura de 12 cm. Los trabajos en orfebrería seguirán por las águilas de las esquinas que se las dotarán de unas alas de mayor tamaño aportándole mayor realismo a la complexión del animal.
Por último y para encajar todo lo expuesto anteriormente, el cajillo ampliará sus medidas en 15 cm por cada lado mejorando por un lado la armonía del conjunto en sus proporciones y por otro lado ampliando la superficie superior para poder desplazar los arbotantes hacia el vértice, separándolos de las barras de palio, consiguiendo así mayor vistosidad. Las barras de palio también se beneficiarán de este “desahogo” siendo desplazadas 5 cm hacia el exterior, haciendo que no estén tan pegadas a las bambalinas del palio permitiendo un movimiento más natural de éste.
Hablando del palio, será desmontado para comprobar el estado de la estructura interna y añadir una lona superior que servirá para impermeabilizar el conjunto.
Dichos trabajos se encuentran en la actualidad muy avanzados, esperando que antes de final de año podamos concluir los trabajos y pueda ser presentado a los hermanos y público en general.
