Un fajín de Amor y Simbolismo

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El fajín que este año estrenará nuestra Sagrada Titular simboliza el trabajo de un grupo de hermanos y devotos, que conocedores del cariño, devoción y arraigo de nuestra titular y que es punto de referencia espiritual de devoción popular manifestada en cualquier acto en torno a ella o en la intimidad de su capilla.

Hemos querido recoger en esta obra, cargada de simbolismo, una pequeña parte de lo que nuestra amada Imagen de María Santísima del Gran Perdón supone para los que a ella se acercan buscando su intercesión.

El fajín está realizado sobre tejidos de sedas naturales de diferentes colores y tisú de oro. Presenta en sus dos caídas bordados geométricos en oro fino, sedas y cristales de swarovsky de los que destacan piezas con un significado muy importante de lo que María Santísima del Gran Perdón supone para sus fieles, devotos y personas que a ella acuden:

María es madre, y nadie como ella sabe de la alegría que supone engendrar una nueva criatura. Varias han sido las mujeres que ante la situación de no poder conseguir concebir, a ti se han encomendado, encontrando la satisfacción de alcanzar su sueño. Intercesión que hemos querido expresar con granadas, como símbolo de fertilidad.

María Santísima del Gran Perdón es fuente de esperanza, amor, paz y alivio, como cada Viernes de Dolores, vivimos en un acto íntimo en su trono procesional, especialmente para las personas que sufren algún tipo de cáncer. Lo que hemos plasmado con la flor de la esperanza de la Asociación Española Contra el Cáncer, con la que tenemos un estrecho vínculo.

Pero si por algo se conoce a nuestra madre del Gran Perdón, es por ser la Virgen del Lazo Rosa, lazo que es el símbolo que las mujeres que se enfrentan al cáncer de mama, que por desgracia son muchas y que a ella acuden pidiendo su intercesión para superarlo.

Nuestra madre del Gran Perdón es reina por sí al engendrar al Rey de reyes, pero a su vez para muchos es reina de sus corazones en especial los de un bario, que se vuelca en todos sus actos y que hemos querido expresar como una pequeño detalle, bordando una pequeña abeja, que simboliza la realeza y la divinidad.

Para concluir, María estuvo en todo momento junto a Jesús, su hijo, desde tu infancia a su pasión, muerte y resurrección, sufriendo por él es por lo cual lo hemos querido incluir flores de pasión.

La parte de la cintura presenta en el centro una flor a modo de broche, con la característica de tener los pistilos al aire realizados con diferentes canutillos y cristales de swarovsky, así como otras dos flores de pasión.

La pieza se remata con flecos de oro y cinco piezas de morillera en oro fino que le confieren movimiento al caminar de nuestra Señora por las calles de nuestra ciudad de Málaga.

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