Los milagros de la Virgen del Gran Perdón

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Hace unas semanas un hermano nos envió por correo electrónico un artículo que escribió Ángel Escalera el pasado Lunes Santo para Diario Sur, con la idea de que fuera publicado en esta sección de nuestra web. Hemos creído conveniente guardarlo un poco en el tiempo para compartirlo con todos vosotros durante estos días de Triduo en honor a María Santísima del Gran Perdón.

En Semana Santa hay situaciones para las que no existe una explicación racional. Son hechos que suceden y que pueden ser calificados de milagrosos, si se tiene fe, o frutos del azar si no se es creyente. En ese contexto, donde la línea entre lo divino y lo humano se confunde según cada uno la interprete, se encuentran los casos de la burgalesa Ana y la sevillana María José, que como tantas otras mujeres tenían el deseo de ser madres. Sin embargo, el ansiado embarazo no llegaba. Ana, casada desde hace seis años con un malagueño y agnóstica, no lograba quedarse en estado ni siquiera tras someterse a la fecundación ‘in vitro’. María José, tras siete años de matrimonio, seguía sin tener descendencia, pese a que ni ella ni su marido sufrían un problema médico que lo impidiese. Su cónyuge es un malagueño. La pareja vive en Sevilla. Ana y María José comparten ahora una historia en común y son unas madres felices. Ana tuvo una hija y María José un hijo. Las dos consideran que lo consiguieron gracias a la intercesión de María Santísima del Gran Perdón, sagrada titular de la Cofradía del Prendimiento. Ayer las dos mujeres, acompañadas por sus maridos, no faltaron a la cita con la Virgen en la procesión del Domingo de Ramos.     

Ana, que tiene poco contacto con la Semana Santa debido a su agnosticismo, compró sin mucho convencimiento un rosario tras hablar con el albacea de cultos y vestidor de la imagen. El rosario fue situado el Domingo de Ramos en la cinturilla de la Virgen a la altura del vientre con la petición de quedarse embarazada. En el encierro de la cofradía, el rosario fue devuelto a Ana. Tres meses más tarde, esta mujer burgalesa supo que estaba en estado. Su hija se llama Amaya. 

María José sí es creyente y se desplaza, con su esposo a Málaga desde Sevilla para vivir la Semana Santa. Su marido, que está vinculado al Prendimiento y a Mena, es aficionado a la fotografía cofrade. El matrimonio se encomendó a la Virgen del Gran Perdón con la ilusión de que el embarazo deseado y no conseguido fuese una realidad. María José pidió ser una de las portadoras que llevan el trono de traslado de las imágenes del Prendimiento. A los tres meses de celebrarse la Semana Santa, se confirmó que estaba encinta. Como dato curioso, el nacimiento de su hijo se produjo el Domingo de Pasión, a la misma hora en que salía a la calle en su traslado la Virgen del Gran Perdón.

¿Casualidad, milagro, coincidencia? Cada uno podrá pensar lo que estime oportuno. La Semana Santa es una fuente inagotable de sentimientos, emociones y creencias. Los hermanos del Prendimiento, que están inmersos en el proyecto para solicitar que se le conceda a su sagrada titular la coronación canónica, afirman que los casos de Ana y María José no son aislados, sino que ha habido otras mujeres que también han logrado ser madres tras pedírselo a María Santísima del Gran Perdón. Entre la documentación que la cofradía capuchinera presentará al Obispado de Málaga estarán esas historias, que la hermandad destaca que son un aval importante para que la imagen sea coronada canónicamente.

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