Estimado Hermano en Cristo:
Hoy es Domingo de Ramos, y hemos de alegrarnos de ello, pues nuestra principal misión como integrantes de nuestra querida Hermandad, es dar culto público a Nuestros Sagrados Titulares. Un año más viviremos la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, como eje principal de nuestra vida como cristiano y cofrade.
Tras todo lo vivido en el pasado año 2020 y con la esperanza que llegaría una nueva cuaresma en la que pudiéramos resarcirnos de todo lo ocurrido, teníamos la esperanza que pudiéramos celebrar nuestra Semana Santa, vivir una estación de penitencia con las procesiones en la calle, pero no ha sido posible tras la evolución de la pandemia y ya el pasado mes de enero llegó el decreto anunciado por Excelentísimo y Reverendísimo Sr. Obispo de la diócesis, D. Jesús Catalá.
Desde el inicio de esta crisis sanitaria y social, los cofrades hemos visto a nuestro alrededor a personas, amigos, compañeros, familiares, hermanos, etc., sufrir por todo lo que está ocurriendo en la enfermedad, la pobreza, la economía, etc. Hemos de estar preparados y ser generosos con todo aquel que lo esté pasando mal. Siempre nos encontrarán para ello. Desde Nuestra Hermandad ha querido con distintas iniciativas solidarias, recogida alimentos, Mochila Solidaria, Diciembre Solidario, Fundación Corinto, Cáritas, etc. aportar nuestro granito para ser más llevadero todo ello. “La caridad, vivida tras las huellas de Cristo, mostrando atención y compasión por cada persona, es la expresión más alta de nuestra fe y nuestra esperanza como cristianos”.
Nos disponemos a celebrar esta Semana Santa junto a Nuestros Sagrados Titulares en el interior de nuestra parroquia. Para ello hemos dispuesto de dos altares, para que todos los hermanos y cofrades puedan venerarlos durante toda la Semana Santa, de Domingo de Ramos a Sábado. Ellos te esperan, no puedes faltar.
En este momento, no puedo dejar de pensar en los capirotes burdeos y azules que inundan de color nuestro barrio de Capuchinos cada Domingo de Ramos, de jóvenes nazarenos iluminando todo el camino con sus velas, a las mujeres de mantilla cumpliendo su promesas, a todos los portadores que con esfuerzo, esmero y con una mecida lenta y unos toques de campanas de esos grandiosos tronos de plata, elevan al cielo de Málaga lo más grande que tenemos los cristianos y cofrades de esta Hermandad, al Señor del Prendimiento y su Madre del Gran Perdón. Y estoy seguro que cuando volvamos lo haremos con más ganas que nunca y pondremos nuestra pasión al paso por la Tribuna de los pobres, la calle Larios o a la calle Carrión, pero nos encerraremos de nuevo en nuestra Casa de Hermandad, y gritaremos juntos VIVA NUESTRO PADRE JESUS DEL PRENDIMIENTO, VIVA MARIA SANTISIMA DEL GRAN PERDON.
Que así sea.
Salvador Pozo.
Hermano Mayor
