Año de la Misericordia, año del Gran Perdón

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Madre del Gran PerdónEl Año Santo Jubilar de la Misericordia se abrió el pasado 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada Concepción de María, con la apertura de la puerta santa de la basílica de San Pedro por el Santo Padre el Papa Francisco y finalizará el próximo 20 de noviembre, solemnidad de Jesucristo Rey del Universo.

Su Santidad en la bula Misericordiae Vultus convocaba el Jubileo de la Misericordia, de la que podemos extraer los siguientes fragmentos y sus análisis:

  • Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre (cfr Jn 14,9). Tanto nos ama y tan grande es en misericordia, que nos dio a su único hijo, que vino a perdonarnos de nuestros pecados.
  • Su Santidad nos recordaba que la liturgia, en una de las colectas más antiguas, invita a orar diciendo: “Oh Dios que revelas tu omnipotencia sobre todo en la misericordia y el perdón”. Y que el Salmo (103,3-4) destaca esta grandeza del proceder divino: “Él perdona todas tus culpas, y cura todas tus dolencias; rescata tu vida del sepulcro, te corona de gracia y de misericordia”, se podría decir que con su misericordia Dios nos revela su amor del que brota el Perdón.
  • El Papa Francisco indicaba que del perdón de las ofensas deviene la expresión más evidente del amor misericordioso. Pero vivimos en una sociedad en la que cada vez se perdona menos, así anunció que Ha llegado de nuevo para la Iglesia el tiempo de encargarse del anuncio alegre del perdón. El perdón es una fuerza que resucita a una vida nueva e infunde el valor para mirar el futuro con esperanza.
  • Jesús, con su obra, nos muestra como busca a los pecadores, para con su misericordia ofrecernos el perdón y la salvación a través de su muerte en la cruz.

El pasado 13 de diciembre, Santidad el Papa Francisco, abrió la puerta santa de la Catedral de Roma, San Juan de Letrán; en este mismo día se abrieron las puertas santas de todas las catedrales del mundo (en Málaga nuestro obispo, Mons. D. Jesús Catalá Ibáñez, abrió la puerta santa de nuestra Catedral). En dicho acto su Santidad indicó que “Inicia el tiempo del Gran Perdón” refiriéndose a la Misericordia y Perdón de Dios.

Después de todo lo expuesto como no podría ser menos, nosotros, hermanos de esta nuestra cofradía, por su advocación, no podemos evitar el pensar en   nuestra madre, María Santísima del Gran Perdón.

Ella mejor que nadie sabe cuan infinita es la Misericordia y el Perdón de Dios, pues a través de ella Dios se hizo hombre, ella simboliza al arca de la Alianza Nueva, ella participó y vivió directamente la misericordia y el Gran Perdón sin límites de Dios hecho hombre. Es por ello que, ella fue la casa de esa misericordia y del Gran Perdón de Dios.

Por eso para nosotros este año Santo de la Misericordia, tiene mayor importancia aún, pudiendo decir que estamos en el “Año de la Misericordia, año del Gran Perdón”.

Dirijamos nuestras oraciones a nuestra Madre del Gran Perdón como intercesora nuestra, para que vuelva sus ojos misericordiosos, que reflejan el Gran Perdón de Dios,hacia nosotros y que ella, que siempre nos acompaña en nuestras vidas, nos guíe con su ejemplo para poder llegar a ser “misericordiosos como el Padre”.

 

Agustín González, Albacea de Cultos.

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